Cansancio
Por Carolina Campos. www.carolinacampos.com/
Mi historia es pequeña,
como estos 50m2 (47 escriturados),
como el cofre de las baratijas.
Y la arrastro cada mañana conmigo,
bien caminando,
bien sentada al lado, en este puñetero 29.
La historia pequeña no se estudia en los institutos.
No es partícipe de pactos políticos
ni inspira nuevas tendencias de moda.
A trazos pequeños se descubre
en los cartones que invaden cajeros automáticos,
cuando nos suben 10 céntimos el café con leche,
o te dan la tarde libre
y nos sale el arroz tres delicias por las orejas.
Esta historia pequeña
-tan nuestra y cutre-
tiende su esperanza en los balcones
y se observa en espejos,
sorprendida:
ésto no lo describían los manuales.
Tal vez
-si acaso-
lo escuché alguna vez
en una vieja canción.
como estos 50m2 (47 escriturados),
como el cofre de las baratijas.
Y la arrastro cada mañana conmigo,
bien caminando,
bien sentada al lado, en este puñetero 29.
La historia pequeña no se estudia en los institutos.
No es partícipe de pactos políticos
ni inspira nuevas tendencias de moda.
A trazos pequeños se descubre
en los cartones que invaden cajeros automáticos,
cuando nos suben 10 céntimos el café con leche,
o te dan la tarde libre
y nos sale el arroz tres delicias por las orejas.
Esta historia pequeña
-tan nuestra y cutre-
tiende su esperanza en los balcones
y se observa en espejos,
sorprendida:
ésto no lo describían los manuales.
Tal vez
-si acaso-
lo escuché alguna vez
en una vieja canción.
11 comentarios:
qué bonito!
sublime manera
de saberlo decir!
♥♥♥besos♥♥♥
Tienes mucha sensibilidad y sabes explicarte bien. Un placer leerte.
Abrazos.
Descubro cuando paseo por las calles, indigentes cantidades de historias pequeñas, algunas cuelgan de pequeños tiestos colgados en confidentes balcones de ciudad, otras, nos acompañan colgadas también del forro de alguna chaqueta que teníamos olvidada en algún armario, con olor a bolitas de alcanfor.
También las hay que comienzan cuando por alguna razón se fragmenta en mil pedazos nuestra rutina, y caemos en la cuenta de la fragilidad de nuestra condición humana.
Un abrazo.
Gracias por pasar Mía!!!
Un abrazo desde el balcón!!
Gracias Felipe. Encantada de contar con tus lecturas. Me alegra que te haya gustado.
Un saludico!
Gracias Antoni por dejar tus impresiones, lo que te han sugerido quizá estas letras. Algo así es lo que pretendía plasmar en este poema algo caótico, no sé, me quedó desordenado.
Un saludo!!
.. las historias pequeñas son seguramente las más interesantes y sinceras.. o al menos, personalmente, las más delicisosas de escuchar.. las demás me suelen saber a complejo publicitario.. o a circo..
.. un saludito, a la orilla de la Expo, Elisa..
Que maravilla. La historia será pequeña pero el poema es inmenso.
Saludos.
Gracias Tothi, así es que estamos hechos de cosas pequeñas, de detalles ínfimos que son los que configuran nuestro día a día. Gracias por asomarte!!
Gracias Toro, me alegra que te haya gustado este poema cotidiano, homenaje a los pequeños triunfos y miserias que nos hacen la vida.
No es cutre, es grandiosa y colmada de hermosa sensibilidad. Es la Historia, la verdadera Historia, y no esa otra que fabrican los "grandes hombres" a su medida a base de cheques falsos y cañones.
Os felicito, pues, por estar construyéndola, y os abrazo.
Encantado de haber conocido tu blog. Me ha parecido muy bien construido, con mucho cariño. Escribes muy bien, Elisa; tus poemas trasmiten mucha reflexión, mucha fuerza emotiva y humana. Estaré volviendo y, a través tuyo, ir conociendo también a otras personas que escriben. Felicidades. Te deseo lo mejor en la vida.
Un abrazo.
Óscar Distéfano
Publicar un comentario