
Cuando sonó el timbre
imaginé tu figura al otro lado.
Se plantó ante mí el invierno.
Un rastro de humo capturaba tu nombre
y lo lanzaba lejos por el pasillo.
No esperé a escuchar la risa
de los niños, bajando en tropel las escaleras.
Traviesos.
Para llorar,
me bastó el silencio
de este umbral vacío de presencias.
El inmenso hueco de la duda.
El camino largo de la ausencia.
imaginé tu figura al otro lado.
Se plantó ante mí el invierno.
Un rastro de humo capturaba tu nombre
y lo lanzaba lejos por el pasillo.
No esperé a escuchar la risa
de los niños, bajando en tropel las escaleras.
Traviesos.
Para llorar,
me bastó el silencio
de este umbral vacío de presencias.
El inmenso hueco de la duda.
El camino largo de la ausencia.
*
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Del poemario LA AUSENCIA METÁLICA http://www.yoescribo.com/publica/comunidad/obra.aspx?cod=39878
9 comentarios:
Me alegro de que hayas venido para que pueda conocerte. Me gusta el poema y la foto, me sugieren cosas contradictorias, un deseo temido, un miedo atrayente. Igual me equivoco, pero un par de versos me cuentan eso.
7/5/05
sonó el timbre
...la bofetada
se escuchó
debajo
del agua.
Los niños traviesos invocando tu nostalgia.
Que bueno.
Saludos.
nunca tenemos suficiente...ni para el olvido...besos sobri 2
***
Me encantó.
Me lo apunto.
Atendiendo a lo que leo voy a tener que comprarme una libreta sólo para tí, Elisa.
Sigue con ello.
Hasta pronto.
***
Me ha encantado encontrarte en mi blog, he aprovechdo para disfrutar de un paseo por el tuyo. Me ha gustado mucho, volveré!
que bonito blog y cuanto amor!!
=)
saludos
cuanta belleza...
yo sentí un escalofrío
de augurios y arcoiris
desprendidos por el umbral
donde juegan los niños,
y no era nada mío,todo
tuyo y al parecer en espera!
♥♥♥besos♥♥♥
Fantástico poema, Elisa.
Besitos dulces
Ana
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