jueves, 20 de diciembre de 2007

Habana III: sitiado


No le dejes tiempo al silencio.
Grita sin que engulla
vacías las horas lentas de La Habana.

Corre.
Como si hubiese en el puerto
alguien que espera.
Como si tus pies supieran hacia donde.

Hasta el mismo borde de la isla.

1 comentario:

Sarco Lange dijo...

Creo que todos llevamos una Habana en el alma.

Tanta espera.