
Esta canción me trae muchos recuerdos, sobre todo de cuando mi madre la cantaba mientras mi hermano y yo no dejábamos de molestar. Seguro que a ella le encanta tambien recordarla.
Felíz la mariposilla, presumidilla y coqueta,
parecía una flor de almendro
mecida por brisa fresca…
más llegó un coleccionista,
mañana de primavera, y sobre un jazmín en flor,
aprisionó a nuestra reina
la clavó con alfileres,
entre cartulinas negras,
y la llevó a su museo de breves bellezas muertas.
1 comentario:
.. luego se quedó allí.. tardes y tardes mirándola.. esperando a ver si se movía.. para poder contemplar la libre, sensual y frágil, belleza de su vuelo..
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