
Sólo acompaña el silencio.
Cuando se cierra la puerta
arrastrando consigo la luz de los ojos,
sólo acompaña el silencio
las horas en sombra.
Las manos calladas esconden
en sus grietas luciérnagas dormidas
que esperan.
Cuando se cierra la puerta
arrastrando consigo la luz de los ojos,
sólo acompaña el silencio
las horas en sombra.
Las manos calladas esconden
en sus grietas luciérnagas dormidas
que esperan.
1 comentario:
Bueno, estás en forma, Berna.
Buenos versos, buen blog.
Volveré.
Un beset
Viktor
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