lunes, 4 de agosto de 2008

Llenando el baúl de los recuerdos


Lo malo de aquello que esperas con ansia, es que pasas de puntillas por los días que restan. Éstos se esfuman, vuelan, y terminas sintiendo que no los viviste. Después llega el momento absoluto, las sorpresas, la risa, los abrazos, la fiesta... y de verdad que quería vivirlo intensamente, saberme en casa, rodearme de todo lo que no puede hacerme daño.

Así fue.

Lo malo de aquello que deseas con fuerza, es que pasa deprisa y se desvanece. Al día siguiente ya solo puedes comentar la jugada, rescatar vanamente todas las anécdotas y dolerte cansada de las agujetas.

Ahora mismo firmaba por volver a repetirlo.
Y eso no puede ser tan malo.

5 comentarios:

thoti dijo...

.. a pesar de las agujetas (que esas sí que pasan pronto) queda siempre, en forma de esencia, un "retrogusto" que se expande por dentro.. y que normalmente, si lo hemos regustado, permanece con nosotros.. :-)

.. besos, desde mis colinas, Elisa..

TORO SALVAJE dijo...

Me alegro de que hayas disfrutado de eso que tanto querías. Seguro que tendrás más ocasiones para repetirlo.

Besos.

lichazul dijo...

arcones de recuerdos
gotitas de memoria que se cuelan por el presente
a todos nos pasa y es maravilloso poder experimentalas;-)

felíz semanitaaaa

Camille Stein dijo...

yo lo repetiría... y tal como lo cuentas, más de una vez

... teniendo en cuenta que las segundas partes, a veces, no son tan intensas como las primeras... o como sus recuerdos :)

un beso, Elisa

TrasTera dijo...

Gracias Thoti, así es, permanecerá, así son los buenos momentos! Un saludico!

Gracias Toro, ojala las tenga, aunque cada vez son menos... Un abrazo desde mi balcón.

Gracias Elisa por asomarte y dejar aquí tu parecer. Un abrazo!

Gracias Camille, hay encuentros que dejan muy buen sabor de boca. Ojala y pueda repetirse.
Un saludo desde este balcón!