Demasiada noche.
Demasiados rostros fracturando
sus muecas ya no tan jóvenes.
Las primeras arrugas reconociéndote,
pronunciando tu nombre,
alertando a tu frente de los espejos.
Y tanta noche
girando en espiral sobre las torres
desnudas del casco viejo.
Tan vieja la luna
con su sabia luz evitando
los rincones peligrosos de los hombres.
Los que guardan el ardor primero,
la primera madrugada,
el primer invierno sobre tus labios.
Cuando pienses en mí recuerda
cualquiera de esas maldades que no eran malas,
alguna mentira de esas que no mentían,
cualquiera de aquellas noches que no duraban.
11 comentarios:
el tiempo siempre es un aliado de la nostalgia...besos.
Estás escribiendo mejor que nunca.
Cada poema es un regalo.
Al de hoy le sienta esta música como un guante.
Besos.
Cuando pienses en mí recuerda
cualquiera de esas maldades que no eran malas,
alguna mentira de esas que no mentían,
cualquiera de aquellas noches que no duraban.
Ahora soy yo la que pide en préstamo estas palabras.
Tan vieja la luna, tan grande la noche, y tanto por nostalgiar aún.
Un beso, y coincido con el Toro Salvaje.
Cuando pienses en mí recuerda
cualquiera de esas maldades que no eran malas,
alguna mentira de esas que no mentían,
cualquiera de aquellas noches que no duraban.
Me ha gustado mucho.
Saludos!!!!
Creo que, como dice Toro, es un auténtico regalo, una verdadera delicia.
"Tan vieja la luna
con su sabia luz evitando
los rincones peligrosos de los hombres.
Los que guardan el ardor primero,
la primera madrugada,
el primer invierno sobre tus labios"
¡Bellísimo!
Un abrazo
Incluso a veces la luna es nueva y se deja engañar y es una noche más larga.
Besos
Necesitamos ser sueño en mente ajena.
Besos.
APLAUSOS POR TU MARAVILLOSA POESÍA.
TE SEGUIRÉ
La acción del tiempo modifica las realidades, distintas para cada mirada, más distintas aún en los recuerdos...
Elisa, Lucifernia ha desaparecido de momento, Sarco ha decidio descansar una temporada, si vuelve, no te preocupes que te aviso enseguida.
Besos
MArian
Solemos apretarnos las heridas y en ellas nos asaltan las imagenes, los recuerdos primeros y primarios desde los que hacíamos orillas para pausar lo desconocido que habitaba en los cuerpos...este poema tuyo me hizo volcar la mirada hacía mis propios balcones.
Un abrazo de admiración a tu forma de confrontarnos en la poesía.
Anna Francisca Rodas I.
Siento una nostalgía dolorosa en este poema... una distancia nueva y vieja, casi impertinente...
Un abrazo grande.
Gio.
Publicar un comentario