sábado, 26 de septiembre de 2009

Loarre 2


Todo lo que hubiera conseguido articular
habría quedado enmudecido
por cascos de caballos retornando
a los mismos campos de batalla.
Esa misma muralla, imponente y precisa
debería bastarle a mis empeños.
Convencerlos de que hay sueños que no alcanzan
los vértices más recónditos del tiempo.

8 comentarios:

Mamen Alegre dijo...

Tu poesía vuelve asentada y enorme, quizás también precisa e imponente como la muralla que contiene.

Un abrazo grande Elisa, me alegro de volver a leerte.

TORO SALVAJE dijo...

Hola!!!
Pensé que ya no escribías en el blog.
Me alegro de volverte a leer.

Que bien.

Besos.

Anónimo dijo...

Afortunadamente, al regresar no sigues enmudecida. Otra pequeña perla.

Besos.

lichazul dijo...

los sueños (algunos ) no alcanzan
pero siempre vendrán otros con más ganas y con más experiencia ganada:=)

besitos de luz

SeaSirens dijo...

Me alegra sentirte de nuevo cerquita...
A veces hay csas que nos recuerdan lo débiles que somos o hemos sido, o quizá que el camino que tomamos, no es el más adecuado o quizá no lo fue, pero no puedes dejar de soñar, eso nunca te permitirá equivocarte.

Un fuerte abrazo y gracias por volver!

Unknown dijo...

Sueños y vortices mas reconditos del tiempo :)

Leni dijo...

Hay murallas que no pueden derribarse.

Precioso deambular entre ellas.

Un abrazo

jagirreo.es.tl dijo...

Oh piedras que nos sobrevivirán, piedras vivientes, que al poeta iluminan de silencio.