Todo lo que hubiera conseguido articular
habría quedado enmudecido
por cascos de caballos retornando
a los mismos campos de batalla.
Esa misma muralla, imponente y precisa
debería bastarle a mis empeños.
Convencerlos de que hay sueños que no alcanzan
los vértices más recónditos del tiempo.
8 comentarios:
Tu poesía vuelve asentada y enorme, quizás también precisa e imponente como la muralla que contiene.
Un abrazo grande Elisa, me alegro de volver a leerte.
Hola!!!
Pensé que ya no escribías en el blog.
Me alegro de volverte a leer.
Que bien.
Besos.
Afortunadamente, al regresar no sigues enmudecida. Otra pequeña perla.
Besos.
los sueños (algunos ) no alcanzan
pero siempre vendrán otros con más ganas y con más experiencia ganada:=)
besitos de luz
Me alegra sentirte de nuevo cerquita...
A veces hay csas que nos recuerdan lo débiles que somos o hemos sido, o quizá que el camino que tomamos, no es el más adecuado o quizá no lo fue, pero no puedes dejar de soñar, eso nunca te permitirá equivocarte.
Un fuerte abrazo y gracias por volver!
Sueños y vortices mas reconditos del tiempo :)
Hay murallas que no pueden derribarse.
Precioso deambular entre ellas.
Un abrazo
Oh piedras que nos sobrevivirán, piedras vivientes, que al poeta iluminan de silencio.
Publicar un comentario