Es por eso que a veces miro hacia otro lado,
y absorbo por los ojos el asfalto circundante.
Quiero ser pared.
Semáforo.
Hacer mía la fría conmoción de los metales
para no llegar a casa y prender
la carcoma inevitable de los muebles.
Es por eso que extravío algún recuerdo
en extraños abordajes al pasado
y regresar es cada día
un camino nuevo al mismo punto,
la puerta gemela,
la misma serpiente mudando de ruina.
y absorbo por los ojos el asfalto circundante.
Quiero ser pared.
Semáforo.
Hacer mía la fría conmoción de los metales
para no llegar a casa y prender
la carcoma inevitable de los muebles.
Es por eso que extravío algún recuerdo
en extraños abordajes al pasado
y regresar es cada día
un camino nuevo al mismo punto,
la puerta gemela,
la misma serpiente mudando de ruina.
8 comentarios:
.. los metales.. resistentes, duros.. más permanentes.. y quizás también añorando, de alguna figurada manera, la calidez de la madera.. sin carcoma..
.. siempre, en distintos puntos, me sorprendes..
.. buena semana, Elisa..
aún en su herrumbre
los metales muestran su nobleza
a veces yo también miro hacia otro lado
la realidad abruma y derrite el suelo que pisamos
besitos de luz
Benditos los ojos, Elisa, menos mal que las ausencias siempre se reparan con un poema como este...
Un abrazo
Marian
Hacerse parte del entorno, empaparse de él para hacerlo nuestro, nos identificamos en él y, a veces, es él el que nos da sentido.
Precioso poema.
Besos.
Es bueno tomarnos un tiempo para mirar al infinito.
Un gusto volver a leerte.
Creo que ya te lo dije, pero lo repito: me encanta la música de fondo de tu blog.
Besos
Bonito y tipico balcon, de los que les encanta al turismo, lo podrian restaurar conservando su fachada historica.
un placer pasar por tu casa.
Feliz semana
RMC
Hermoso poema.
Es un dejarse ir entre la realidad tangible y lo que ya no es. Es un deseo de hacerse fuerte, enfrentándonos a lo de fuera, como fríos metales, y la calidez de lo interior, aunque a veces nos agujeree el alma. Es agarrarse a un sueño para atravesar la memoria y mudarnos la piel...
... eso es la misma vida.
"la misma serpiente mudando de ruina"
Este verso es una preciosidad.
Un abrazo
Hay una profundida en este poema que produce vértigo. Algo indefinible que estaba hundido y aflora con tu lectura a la superficie.
¡Excelente!
Besos.
Laura
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