Oswaldo Guayasamin
Sólo puedo gritar
MIEDO
y dejar que dude el seso,
y tiemblen las piernas del mañana.
Alfileres de hielo
o certeros aguijones horadan
el cuero de la tarde
inyectando miedo y más miedo.
Paralizando de cuajo
cualquier nuevo pensamiento.
Y sólo miedo.
Miedo insuflado
por los ramales de la sangre.
Miedo.
Horas sin certeza.
Tiempo amontonado.
Y muchas noches por delante.
©Elisa Berna Martínez
MIEDO
y dejar que dude el seso,
y tiemblen las piernas del mañana.
Alfileres de hielo
o certeros aguijones horadan
el cuero de la tarde
inyectando miedo y más miedo.
Paralizando de cuajo
cualquier nuevo pensamiento.
Y sólo miedo.
Miedo insuflado
por los ramales de la sangre.
Miedo.
Horas sin certeza.
Tiempo amontonado.
Y muchas noches por delante.
©Elisa Berna Martínez
9 comentarios:
Eres genial, Elisa. Es un poema profundo, diferente y perfecto, aplicable a muchos miedos de los que no se terminan en un día, de los que nos atenazan y nos impiden ser aire...
Felicidades.
Un abrazo.
estoy como tú, elisa: miedo y dolor, algo de dolor, y apoyo, aquí y allá, y tú escribiendo esto, sintiendo y viva
y yo aquí
Caldo de pánico, una antesala para descubrir que si todos danzaramos de la mano haríamos la ronda más triste del planeta.
Mil abrazos.
SL
"paralizado de cuajo
cualquier nuevo pensamiento"
si! miedo paralizante
miedo monstruo / miedo muro.
Que bella la imagen.. me ha encantado incluyas al maestro Guayasamín..!
abrazo,
Este poema atiza sin piedad.
Jo.
Me voy K.O.
Besos.
el silencio como habitante que respira junto a ti...
besos
Tiempo amontonado..., quizá se forme una montaña..., alguien la escalará, sentirá ese miedo y lo digerirá en la cumbre... desde alla arriba..., ese instante que te paraliza insuflará movimiento necesario a alguien.
Gracias por compartir.
Yo tambien conozco el MIEDO, pero ya no ocupa todo mi espacio habitable..., creo vislumbrar algunas certezas... búscalas.
Un abrazo.
Felisa
El que no tiene miedo es porque ya no le importa la vida. Así que supongo es un signo de salud temer.
Los versos geniales como siempre.
Besos
Demasiadas noches por delante, Elisa. Quizá haya vivdo esa sensación pero creo que no se puede plasmar en palabras mejor de lo que tú lo has descrito aquí. Encantado de encontrar tu blog. Te sigo.
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