sábado, 10 de julio de 2010

Una pausa


Deja que recoja mi casa.
Aliste la ropa.
Ordene mis libros.
Da tiempo a que escurra
lenta la última vivencia
por las saetas
húmedas de la tarde.

Después prometo
acurrucarme en tu bolsillo,
cerrar las puertas
y cantarte,
por fin,
la primera nana.


©Elisa Berna Martínez

8 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Delicioso.
Eso.

Besos.

Sofía B. dijo...

Todo puede esperar, las nanas no.

Besos

La sonrisa de Hiperion dijo...

Estupendo... pero ese quiere decir, que nos dejas por un tiempo "pausados"?? jajaja



Saludos y un abrazo.

Marian Raméntol dijo...

Que se vaya el tiempo... dejémoslo ir, ante un poema así, el resto no importa...

Besos
Marian

Mamen Alegre dijo...

Dejo escurrir enmudecida la vivencia de esta lectura y deseo un pausa breve para mis ojos aunque una larga y placentera para tu descanso.

Feliz verano querida Elisa.

Un abrazo

Sarco Lange dijo...

Yo no sé, no sé nada, nunca he sabido la más mínima cosa. Dicen que las loicas llevan el pecho herido y los gorriones son hormigas aladas.
Saludos, y felicidades futbolísticas
SL

Anónimo dijo...

y descansar, y amar

Cecília Paim dijo...

Ahí estará la solución, pues: acurrucarse en el bolsillo. Y moverse poco o nada.