
Porque hay días que pesan,
como pesan las fronteras en los refugiados.
Días que cargan los calendarios
arrastrando, henchidas, las hojas nuevas.
Porque hay días que tumban los relojes
y terminan por ceder las alacenas,
y tú acabas por firmar declaraciones
falsas, que condenan a las horas sin coartada.
*
*
Ahora que estamos compartiendo,
dime
si laten tus sienes bajo el peso
grave de esas fechas que se tachan.
Orondos e infinitos languidecen
-lloriquean-
y se niegan en el fondo a abandonarnos.
7 comentarios:
Días como anclas. Nos inmovilizan en un mar que se degrada.
Anda que me he quedado bien después de leer el poema, estoy para un concurso....
Besos.
nada que pueda llevarse la lluvia tendrá el límite del corazón...los días no dejan de ser tiempo gastado cuando su recuerdo es polvo..besos.
Pesan duelen,pero se graban
mientras el resto pasa...
Besos desde Holanda
***
Me encantó.
Me gustaron sobre todo los silencios.
Es estupendo el callado énfasis entre calendarios/arrastrando, ese silencio es muy importante, porque consigues transmitir físicamente con él ese preso de que hablas; y las comas entre "henchidas" no son sino la continuación de tus aciertos.
¿Viste? Me gusta hasta cómo callas.
Quizás la única terminación que no entiendo es declaraciones/falsas, que yo uniría en un solo verso.
Pero el poema está muy bien, te felicito.
Y te envidio.
Hasta pronto.
***
A ese sujeto van a terminar por cargarle demasiadas cosas, y habemos muchos testigos que declararemos en ese juicio universal para verlo -por fin- rodeado de sombras.
Hay días, instantes
que pesan tanto
que nos hunden
bajo el mar
y bajo la tierra.
Hay días, instantes
que pesan tanto
que nos hunde
en nosotros mismos
hasta desaparecer dentro.
Que si pesan... que te voy a contar en lunes...
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