jueves, 13 de noviembre de 2008

Constitución

Yo soy breve hija de un libro
que no supo del antes y adolece
crónica ignorancia.

Olvido agudo.

Yo soy una frontera desde entonces,
un borde peligroso con dos filos.

A un lado acudían las quimeras.
Al otro, aglutinados,
rancios episodios vergonzantes
negaban por tres veces el pasado.

12 comentarios:

Sofía B. dijo...

El olvido siempre tiene un antídoto, la memoria.

TORO SALVAJE dijo...

Mi memoria es agradecida por eso trabaja selectivamente, sólo si la amenazo me devuelve al infierno.

Besos.

Giovanni-Collazos dijo...

La memoria se constituye de permanencia y lo hechos permanencen en nuestra personal historia.

Gran poema, me gustó mucho.

Un abrazo.

Gio.

mia dijo...

Bello muy bello

Sólo el tiempo

y Aizhemer...

pueden con todo

o casi todo.

♥♥♥besos♥♥♥

carlota dijo...

Lo que nace con consenso se muda en ambigüedad.
Agudo poema.
Besos, Elisa

Anónimo dijo...

Hola Elisa, soy el compañero de Marian Raméntol, hace unos días contacte con la revista Entaban pensando que la llevabas tú. José Antonio me sacó de la confusión y al parecer he pasado a formar parte de los colaboradores de la misma (un verdadero honor). En fin, sólo quería saludarte y felicitarte por tu excelente trabajo.

Cesc

© José A. Socorro-Noray dijo...

"Yo soy una frontera desde entonces,
un borde peligroso con dos filos."
¡Mejor dicho imposible!

La Constitución es la frontera que separa la Historia reciente de España. Aunque a veces esa frontera sea peligrosa y llena de aristas es la frontera más segura, porque todavía el pasado está demasiado presente en nuestras vidas. ¡Olvidar jamás!

Un beso

Mª Jesús Lamora dijo...

Seguramente, acabamos por juntarnos y leernos las personas que tenemos las mismas aficiones. Así de simple.

Marian Raméntol dijo...

Muy buena esa tri-negación, muy bueno el poema, y fantástico el epílogo.

Abracísimos.
MArian

thoti dijo...

.. lo bueno de las Constituciones es que siempre pueden mejorarse..
.. bss..

fgiucich dijo...

De los libros menos leídos La Constitución debe ocupar el primer lugar. Aquí y en la China. Abrazos.

Anónimo dijo...

Quien hubiera dicho que memoria y constitución serían antónimos..., no se puede modificar el pasado, pero sí se debe dignificar su recuerdo y no debería haber libro ni palabra que lo impidiera.

Un besazo.